Thursday, June 29, 2006

si tratas de sostener el dintel y las puertas de una casa que se desmorona, tú también te verás en apuros

nansén vio que los monjes del pabellón este y los del pabellón oeste disputaban por un gato.
nansén asió al gato y dijo a los monjes:
-si alguno de ustedes profiere un buen dicho, salvará al gato.
ninguno respondió. entonces nansén resueltamente partió al gato en dos.
esa tarde volvió joshû y nansén le contó lo sucedido. joshû se quitó las sandalias y, poniéndoselas sobre la cabeza, salió.

dijo nansén:
-de haber estado allí, habrías podido salvar al gato.



otro tema:

antes

después

viendo documental en el history channel sobre aviones espía, me entero de dos datos interesantes:

a/ el u-2 fue una versión del f-104 desarrollada en ocho meses. era muy difícil de volar: la diferencia entre la velocidad de pérdida (es decir, aquella en la que el avión se cae) y la supersónica (pasando la cual se quebraban las alas) era de sólo 12 nudos. o sea, los tipos tenían que sobrevolar toda rusia cuidando de no bajarse ni pasarse de ese callejón de aproximadamente 22 km/h. en versiones posteriores el callejón se redujo a ocho nudos.

b/ el famoso u-2 en el que iba francis gary powers fue interceptado por misiles y un mig. aparentemente uno de los misiles rusos derribó al mig y la onda expansiva de la explosión rompió las alas del u2. esto lo cuentan en el history que son bajalíneas del imperio y venden que la unica tecnología piola es la de ellos, pero hay argumentos a favor de esta versión en la tradición industrial rusa. un ingeniero amigo decía: “en rusia el factor seguridad está dado por la cantidad”. mucha gente, mucha producción. que se caigan cuarenta no es tanto, total hiciste quinientos hoy y pasado mañana hacés tres mil.


una buena del mundial: en volver pasan "la fiesta de todos". imperdible felix luna comentando los festejos desde un balcón colonial: "esta multitud sana, alegre, es lo más parecido que haya visto a un pueblo maduro". o "esta ocasión que tenemos de festejar todos, sin que nadie quede de lado o se sienta marginado"

dios, tengo que ponerme a escribir pero el canal volver es siempre una tentación. ahora dan una garompa que se llama "cuando llega el amor, hipólito y evita", una especie de romeo y julieta contada entre radicales y peronistas, y cuya primera escena consiste en una pelea a tomatazos
entre capobiancos y monteros (que vendrían a ser montescos y capuletos). el horror, el horror.

Wednesday, June 28, 2006

un individuo serio y callado que no se había destacado especialmente, pero cuando se le consultó si quería mandar una "heterodoxa unidad de ataque", aceptó alborozado.

tipos que se la bancan: saburo sakai y la vergüenza de la herida pequeña

“¿guadalcanal? antes de ir ni siquiera sabía dónde quedaba guadalcanal...”

“un ruido indescriptible. todo el mundo pareció explotar y mi zero se bamboleó como un juguete. sentí como si me hubieran golpeado en la cabeza con una porra. el cielo enrojeció y perdí la conciencia. (...) mi avión debía haber caído como una piedra. en pocos minutos el aire frío que entraba a través del destruido parabrisas me hizo recobrar la conciencia. la primera cosa que ví fue a mi amada madre. me estaba reprendiendo: “¿qué te ocurre? deberías avergonzarte, quejándote de una herida tan pequeña”. desde una altura de 18 000 pies bajé sin control hasta unos 7000. el avión caía aún cuando decidí lanzar un bombardeo suicida. decidí que si debía morir me iba a llevar un buque norteamericano conmigo. sin embargo, ¡no podía ver ningún buque!¡no podía ver nada!. sólo entonces entendí que mi cara estaba cortada por los numerosos fragmentos de metralla y que estaba ciego. no sentía dolor.

el zero continuaba su caída hasta el océano. por pura fuerza de hábito tiré hacia atrás de la palanca de control. aparentemente el avión salió de su picado. la presión del viento a través de la cabina me tranquilizó algo. intenté mover la palanca de gases. mi mano izquierda estaba totalmente insensible. cuando intenté presionar el pedal del timón me dí cuenta de que mi pierna izquierda también estaba inmovilizada. con desesperación solté la palanca de control y me froté ambos ojos con la mano derecha. tras hacerlo tan fuerte como pude por unos instantes empecé a ver algo con mi ojo izquierdo. el ojo derecho seguía ciego. lo que veía lo vislumbraba a través de una película roja, como si el mundo ardiera con ferocidad. de repente sentí en mi cabeza un terrible y agónico dolor que me dejó casi sin respiración. alcancé a tocarme la cabeza con la mano derecha y noté que estaba sangrando.

entonces pensé: ahora sí voy a morir. me calmé y dije: ¿no he derribado ningún avión enemigo hoy? tenía un total de sesenta victorias. ahora llegaba mi turno. siempre supe que un día me sucedería.

puesto que la herida de mi cabeza era la más grave, inserté los dedos índice y medio de mi mano derecha a través de la hendedura de mi gorro de vuelo. penetraron profundamente y comprobé la gravedad de la herida. obviamente era muy profunda y los huesos de mi cráneo estaban astillados. pero mi mente estaba despejada y comencé a sentirme mejor que antes. (...)

oleadas de cansancio comenzaron a golpearme y me empezó a entrar sueño. una vez más, cuando conseguí abrir mi ojo bueno y mirar a mi alrededor, descubrí que el avión estaba al revés. me golpeé la cabeza con el puño y el dolor me mantuvo despierto durante un momento. si no conseguía vencer aquella somnolencia, tarde o temprano me quedaría dormido. decidí que sería mejor regresar a guadalcanal y picar sobre un buque enemigo. cuando alabeé e hice virar al zero de regreso a la zona de combate, mi mente se despejó de forma milagrosa, lo suficiente como para poder observar la brújula. decidí intentar aterrizar en rabaul. me sorprendí cuando el tren de aterrizaje y los alerones funcionaron, tenía muy pocas esperanzas de ello ante la gravedad en las averías del avión. controlé el avión a pesar de mi aturdimiento, calibrando altitud y régimen de descenso gracias a la cima de un bosquecillo de cocoteros que vislumbraba confusamente hasta que sentí cómo las ruedas tocaban el suelo. había llegado a casa. los pensamientos se agolpaban en mi mente y me dejé caer en un turbio mundo de neblinas rojizas. antes de perder la conciencia de nuevo, sentí que diversas manos me golpeaban el hombro y varias voces me llamaban por mi nombre. gritaban: ¡sakai!¡sakai!¡nunca digas morir!”

(saburo sakai, ciego de un ojo y después de recuperarse de sus heridas, volvió a volar en junio de 1944 contra el asalto masivo de los norteamericanos a las marianas. derribó dos cazas norteamericanos en iwo jima y resultó el mayor as japonés sobreviviente de la segunda guerra)

Sunday, June 25, 2006

-ustedes no me trataron bien.
-usted no trató bien a mucha gente.¿qué sentía cuando torturaba?.
-yo recibía órdenes...lo que pasa es que cuando uno está en una época de represión muy grande como eran esos años, uno no se puede poner en contra. entonces hay que meterse para tratar de cambiar la cosa desde adentro...eso es lo que hice yo.
-no se qué quiere decir con eso...
-yo quería corregir algunas cosas...si usted le pregunta a alguno de los que estuvieron ahí le van a decir que yo fui el que mejor los trataba. gracias a mi muchos salvaron la vida. usted no sabe lo que era aquello. yo traté de humanizar la tortura. creo que hice las cosas lo mejor que pude.
-¿está arrepentido de lo que hizo?
-le repito. hice las cosas lo mejor que pude. quizás me equivoqué algunas veces.
-¿usted entró en la casa de santiago 2815?.
-¿donde vivía el matrimonio de ciegos?
-ahá.

Wednesday, June 21, 2006

¡de saber lo que era el fuego, por cierto hubiese podido cocer su arroz más temprano!

volví a grabar cosas:
-y cachito que tal, cómo anda.
-ahí anda, trastornadazo, tiene como seis novias que son unos cachivaches peor que él... y un dia se enamora de una y al otro dia te dice “esta tumbada me tiene podrido, ahora me gusta aquella”, y al otro dia embolado con esa. y todo el tiempo así. y vieeeeenen las minas acá, y lo llaaaaaman por teléfono...
-uh sí es terrible cachito en el teléfono, yo me acuerdo que iba a la radio y se apencaba a hablar por teléfono con las novias y le daba, le daba...
- (carcajada) sí porque se posesiona cachito viste, se concentra, como es que se dice, se... seeee ¡transporta! ja ja se transporta cachito hablando, los tenía podridos a todos porque les ocupaba el telefono y no podían recibir llamados.
- sí, si por eso iba cuando hacía yo el programa, porque a mi nunca me llamaba nadie y entonces tenía una hora de teléfono. un día yo había dejado unos libros al lado del teléfono y estaba haciendo el programa en el estudio y x me había acompañado y se había quedado en mi box boludeando en internet hasta que yo terminara y entra cachito y se pone a hablar por teléfono y estaba esta otra escuchando sin que cachito se avivara y dice que tenía que hacer un esfuerzo para no cagarse de la risa porque el otro mandaba cada bolazo...
- ja ja sí, porque es re bolacero el hijo de puta…
- y bueno, resulta que dejo entre los libros al lado del teléfono un libro de poemas que se llama “el hundimiento del titanic”, y más o menos era para la época de la película, y dice x que agarra cachito el libro, mira la tapa y le bate a la mina todo romántico: “me gustaría hacer el amor con vos en la cubierta del barco ése que se hundió, cómo se llama..”
- (carcajada)sí sí, no puede ser tan culeado... un día también me quedo escuchándolo y el loco estaba enroscado, concentrado viste en lo suyo y le estaba diciendo “no no, vos tenés que entender que el seso, que el seso es el seso y el amor es el amor” y hacía así con la manito...
-que culeado cachito. para colmo las minas que le conozco yo son todas de una fealdad medio increíble, porque no eran minas que vos vieras todo el día en la calle, no sé de donde las sacaría, viste...
-sí sí, son todas unas tumbadas peores que él. pero tiene una que no, esa mina... bien viste, muy arregladita, pollerita, todo muy bien, no sé de donde la sacó... ah, la conoció en el banco. cuando sale tupido con esa mina anda bien cachito, se arregla más o menos... porque anda con las otras y es un desastre, los pelos todos revueltos, esos sacos viste que le regalan...

me llevo a cagar una revista revista “esto!” (nro 295, 1991) y me encuentro este simpático diálogo:
-doctor, a usted siempre le toca bailar con la más fea, ¿no?
-tiene razón, pero a mí lo que me preocupa es que estas situaciones se generalicen. no es cuestión de que cualquiera vaya y tome como rehén a personas inocentes para reclamar cosas imposibles. mire, yo me constituí en esa casa a pedido de la policía. entré diciéndole al joven, quien para mi forma de ver estaba alcohólico o drogado, que se entregara. como juez, le ofrecí todas las garantías, ¿y sabe lo que me dijo? “¡vos fuiste el que me metió preso cuando me violaron, te voy a matar hijo de puta!”. fíjese qué momento, ¿no?"

Saturday, June 17, 2006

xxx

Primero sintió únicamente el miedo. Después y de a poco fue percibiendo la situación: Molina era un niño y estaba encerrado en una habitación con las paredes cubiertas de empapelado húmedo. Había una ventana abierta, pero estaba enrejada y era imposible huir de ahí. Hacía calor y llovía. Sentado en una cama con la vista fija en el picaporte de una puerta, estaba aterrado porque sabía que esa puerta se abriría en un instante. Pero ese instante por algún motivo se demoraba indefinidamente, aunque conservaba su carácter de inmediato. Tras una sucesión de congelados momentos de pánico que pareció eterna, se movió el picaporte. Molina niño se meó encima. Molina adulto fue despertado por el cálido flujo de orín. Abrió los ojos y dejó la mirada en el techo unos segundos, mientras terminaba de salir de la pesadilla y el corazón dejaba de latirle fuerte.

Prendió la televisión. Eran las siete y cuarto, no había llegado a dormir tres horas. Puso las sábanas en el canasto de la ropa sucia y sacó el colchón al patio para que se secara. Los perros aparentemente sintieron los movimientos y se pusieron a ladrar. Los había encerrado en el departamento del fondo creyendo que era la opción más silenciosa, pero los ladridos se escuchaban perfectamente. Eso estaba mal y empezó a pensar que lo de los perros no había sido una gran idea. Buscó en la alacena y sacó dos paquetes de polenta y uno de fideos. Junto a la polenta echó un kilo de carne cortada en trozos chicos, mucha sal y cuando estuvo tibia y casi lista para servir, echó cuatro frascos de Aseptobrón y revolvió mucho, para que la polenta terminara de enfriarse y para que el jarabe se distribuyera de manera uniforme sin afectar mucho el sabor. Después fue a darse un baño.

Tuesday, June 06, 2006

if i sleep the plane will crash

de nuevo la gente me para en la calle y me pregunta que pasa que no actualizo. tuve una semanita un poco intensa con unos cuantos highlights que todavía estoy masticando. claramente, debo retomar de manera urgente terapia, así como para empezar diciendo algo.

escuchando: “evans drive to mombasa”, lounge lizards del disco en vivo en berlín. temaaaaaaazooo.

bien el corto (llegamos una hora antes de que cerrara) paseo por el cementerio de la chacarita, fasito en mano en la submarinista compañía de la doctora k. la descripción del personaje más interesante que descubrimos se la dejo a ella porque yo estaba medio estúpido y es mérito suyo haberlo descubierto.

también charla bajo la llovizna con mi hermana, también fumando, pero esta vez en el desierto playón de una obra en construcción poco antes de entrar a avellaneda. entre otros conceptos, coincidir en la descripción de nuestra madre como “la barbarie meticulosa”. frases destacables hay otro par largo, ya habrá oportunidad.

compré un par de números atrasados de “el víbora” y disquitos de mp3 de gentle giant, steel pulse, ornette coleman, style council, daft punk y un compiladito de free jazz de donde estoy escuchando lo de los lizards. (¿lo de los lizards es free jazz? no me parece, pero lo mismo está bueno. y qué mierda sé yo, por otra parte)

hay una colección de libros muy buenos sobre la segunda guerra mundial que se venden en las librerías de saldos, de la colección time life. en general están en dos tomos, y yo acá en el pantano cordobés había conseguido el primero de “el sol naciente”, de arthur zich. conseguí el segundo en buenos aires y lo acabo de llevar al baño, donde le pegué una primera hojeada. recorto unos primeros fragmentos interesantes, como esta escenita de la caída de rangún en manos japonesas:
“rangún [hasta entonces bajo dominio inglés]sufría ahora los estertores de la guerra, sometida a los ataques implacables de los aviones enemigos. las bombas cayeron entre otras cosas en el zoo y rompieron las jaulas, los cocodrilos y las boas constrictoras andaban por las calles. un oficial subalterno británico, trastornado por los acontecimientos, soltó a los presos de los calabozos, los locos de un manicomio, los leprosos de un leprosario. después se suicidó”

y que me cuentan de este simpático consejo del manual para combatientes del coronel matsanobu tsuji, que venía subtitulado “lea esto solo y se podrá ganar la guerra”:
“cuando encuentre al enemigo después de tomar tierra, piense que usted es el vengador que se enfrenta cara a cara con el asesino de su padre. AQUÍ ESTÁ EL HOMBRE CUYA MUERTE LIBERARÁ A SU CORAZÓN DE LA CARGA DE IRA QUE CONTIENE. si no lo puede destruir totalmente, jamás podrá descansar en paz.”

he he si me querían programar a mí, al textito le sobran las palabras “el asesino de”.

esto es todo por ahora amigos, ahora me fumo un cartucho y pongo disquito de style council y me pongo a laburar en mi otro, ejem, proyecto literario. nos estamos viendo.